De nuevo en el paraíso, pero esta vez en su versión 2.0… Más evolucionado, mejor organizado, con más nivel de skim, más riders, más lujos y, si cabe, con mejores condiciones de olas (si es que lo del año pasado era mejorable).
Un año más unos cuantos privilegiados hemos podido disfrutar de una aventura que cualquier skimmer, a lo largo y ancho del planeta, soñaría con vivir y por eso, en cualquier crónica, los agradecimientos a Kalemba, Tchiyna Matos y todo su equipo, deben ir por delante.
Angola es un país especial, es parte de África en todo lo que ello supone, sobretodo si nunca se ha vivido una experiencia allí. Los contrastes impresionan; desde la miseria más absoluta de unos, a los grandes lujos de otros; sólo separados por un par de kilómetros (y a veces ni eso). Luanda, la capital, es según nos contaron (y pudimos comprobar en ocasiones varias) la segunda ciudad más cara del mundo, donde una hamburguesa en un pequeño bar del aeropuerto puede llegar a costar 18 euros.
El proyecto Kalemba skim, como ya hemos explicado otras veces, procura poner limitaciones a ese desequilibro, dentro de sus posibilidades, intentando dar una vida más sana y con objetivos a unos cuantos chavales de las calles, utilizando el skim como base de sustentación de unos valores humanos y profesionales que los alejen de éstas y los peligros que conllevan.
El campeonato internacional es simplemente, un eslabón más en esa cadena que se utiliza como foco de atención, para conseguir más y mejores patrocinadores, dinero e una imagen que ayude a tirar del proyecto en si mismo y que éste pueda seguir creciendo como hasta la fecha.
Tras 38 horas sin dormir, Rafa Castillo, María Conde “Xoxe” y yo, lo tres españoles que disfrutamos de ello, llegamos junto a todos los amigos portugueses al aeropuerto de Lunada, después de 15 horas de viaje entre furgoneta, avión y trámites varios. Desde allí, autobús sólo para skimmers para reunirnos con el resto de la familia (sudafricanos, estadounidenses y brasileños), para visitar las instalaciones del proyecto e ir a una de las mejores cenas de la historia entre colegas de diferentes partes del mundo, langostas y Cucas para todos en un local en el que no se permitía entrar con pistola (ver foto para la aclaración).
De allí al autobús y camino de Cabo Ledo en plena madrugada para llegar, después de unos cuantos controles nocturnos, a un camping de bungalows de catálogo. Y por fin, a dormir después de 44 horas con los ojos abiertos.
Al día siguiente skim al amanecer con los mismos liners que parecen funcionar siempre allí, sobretodo en esta época del año. Demasiadas ansias, olas demasiado buenas, demasiada felicidad desbocada y muy poco control en el trato de los músculos. Skimmers como Hugo Santos, Leandro Azevedo, Renato Lima, Morgan Just, Mega, Afonso Ruiz o el propio Rafa, pillaban liners de 150-180 metros de recorrido sin despeinarse, con algunos trucos sólo al alcance de unos pocos elegidos.
Después de un par de sesiones de 4 horas a tope, sólo parando para comer y dormir un poco… el relax en la piscina al atardecer, el ibuprofeno y los estiramientos no eran suficiente y al día siguiente no había nadie con las piernas al 100%.
Empezó el campeonato sin grandes sorpresas y los que a priori eran los mejores, pasaron al top8 salvo Rafa, que aunque hizo lo suficiente para clasificarse en una muy buena ronda, cayó eliminado en un heat muy ajustado con Lino Curado, que hizo un par de olas muy buenas.
En las categorías amateur y femenina, el nivel era también muy alto. Los angolanos demostraron su impresionante evolución en tan poco tiempo y las chicas más de lo mismo. Sofia Lopes (Portugal), Vivian Grieco (Brasil), Maine Taylor (Sudáfrica) y Xoxe (España) se metieron en la final superinternacional del día siguiente.
Las rondas finales se dejaron para el domingo y en esa tarde del sábado algunos fuimos a confirmar un nuevo spot descubierto el día anterior, unos 40 minutos más al norte, alejado de los complejos turísticos y con un liner que abría sección tras sección. El término I N C R E Í B L E se queda muy corto para definir lo que vimos. Hugo llegó a hacerse 3 in%outs en una misma ola de más de 200 metros (llegó a contar 380 pasos de vuelta por la arena), Mega y Morgan skurfeando (surf con la tabla de skim) pillaron olas infinitas y Rafa o Afonso las olas más largas de sus vidas skimmers, a pesar de que cuando llegamos, la marea vaciaba y las condiciones ya iban a menos. La jornada acabó por la noche con toda la familia, una guitarra y unas cervezas en las hamacas de la piscina.
Al amanecer del día siguiente, más de lo mismo. Un poco menos tamaño, pero perfecto de todas maneras. Leandro y Mega pasaron a la final eliminando en una semifinal dificilísima a Afonso y Renato. Hugo y Morgan, por su parte, lo hicieron eliminando a Marcos y Lino.
Las finales de amateur (en las diferentes edades) y chicas, estuvieron incluso por encima del nivel esperado (y eso que se esperaba mucho). Vivan y Sofia demostraron que no hay límites para que las chicas den caña y pelearon hasta el final por el título que acabó siendo para la brasileña. Maine y Xoxe, por su parte, pillaron varias olas muy buenas en una ronda con el fairplay por las nubes. Carolino Almeida se llevó el título en categoría amateur jugándoselo con sus compañeros hasta el último segundo.
La final en categoría open se disputó en tres mangas 1vs1. Hugo contra Mega y Morgan contra Leandro. Los dos vencedores se enfrentarían por llevarse el triunfo. Ambas rondas fueron de altísimo nivel y con resultados algo cuestionables, como pasa en muchas ocasiones en deportes en los que no hay un resultado cerrado. En mi opinión (estrictamente personal) y también la de otros tantos que la compartían conmigo, los jueces debieron pasar a la final a Hugo y Morgan sin dudar, pero no fue así y Leandro y Mega acabaron disputándose el título tras una desaliñada ronda por el tercer y cuarto puesto entre los dos primeros.
La final fue increíble, eso sí! Mega hizo un gran papel, pero Leandro estaba desatado y demostró en cada ola porque llegaba a Angola como líder de la Liga UST. Una ola de cada color, trucos oldschool, trucazos de última generación, de todo… Simplemente impresionante. Llegó incluso a sacar una ola de 10 unánime, con un aéreo 360º precioso.
La entrega de premios fue grande y emotiva. La muestra de lo que puede ser el evento del próximo año, con algunos de los mejores skimmers del mundo celebrando y disfrutando del final de un viaje espectacular y una organización ejemplar, con todas las letras, de 10 sobre 10, 100% perfecta. Sin más.
Algunos suertudos pudimos alargar la estancia en Cabo Ledo para coger las últimas olas la mañana siguiente antes de partir y visitar el famosos spot de surf. La vuelta en furgoneta y a 170 Km/h por carreteras de no más de 80 quedará para el recuerdo de los presentes.
Bora Kalemba!
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